Acero: Las joyas AmaloA fabricadas en acero son resistentes y muy duraderas. Es un material perfecto para aquellas joyas que se usan a diario, ya que conservan su brillo y color durante mucho tiempo.
Para limpiar tus joyas de acero utiliza una gamuza de algodón de manera suave y así mantendrás tu joya de acero limpia.
Guarda tus joyas de acero en un lugar seco y utiliza compartimentos individuales para que no se rayen con otras joyas.
Acero quirúrgico: Este tipo de acero se caracteriza por su gran dureza. En AmaloA lo utilizamos para fabricar nuestros piercings, estos son muy duraderos y de acabado suave.
Para limpiar tus piercings sólo necesitaras un pañito o gamuza de algodón.
Plata 925: La plata de ley 925 es un material que requiere un cuidado adecuado para mantener su brillo en perfecto estado.
La plata de ley, con el uso y el tiempo tiende a oscurecerse y a perder su brillo, por lo que es importante limpiarla con frecuencia. Para ello, frota suavemente la joya con un paño limpia plata, y en pocos segundos verás como recuperan su brillo original. Consigue tu paño limpia plata aquí.
Para una mayor durabilidad, te recomendamos evitar el contacto con químicos, perfumes, cremas o cloro.
Mantén tus joyas guardadas de manera individual para evitar que se rayen entre ellas y en un lugar seco.
Plata 925 bañadas en oro: Debido a la naturaleza delicada del baño de oro, es importante seguir ciertos cuidados para mantener el brillo y durabilidad de tus joyas de plata con baño de oro.
Estas joyas requieren de un cuidado más especial, tendrás que retirártelas para bañarte y realizar deporte. Evita el contacto directo con cosméticos, perfumes, agua salada y cloro.
Para limpiar tus joyas con baño de oro, utiliza un paño suave y seco.
Guarda tus joyas de plata con baño de oro en un lugar seco y protegido de la luz directa del sol para evitar que se decoloren o se desgasten.